El "ballet azul" de Sampaoli

El 2010 finalizaba y eran dos los candidatos a la banca de la Universidad de Chile: Jorge Sampaoli y Diego Simeone. Incluso el ahora DT del Atlético de Madrid se reunió con los dirigentes y estuvo muy cerca de llegar al puesto. Sin embargo, Azul Azul optó por el casildense. Y no se iba a arrepentir.

De la mano del ex estratega de Santos los azules cosecharon su año más exitoso en la historia. El Apertura fue el primer gran desafío. Con un comienzo bastante regular, poco a poco los estudiantiles fueron llamando la atención debido al nivel que mostraban, hasta que llegó el clásico ante Colo Colo.

Una victoria agónica con el recordado gol de Diego Rivarola le dio un nuevo aire a los pupilos de Sampaoli, y al mismo calvo entrenador, que era cuestionado por la parcialidad azul tras no darle los minutos esperados a “Gokú”.

Posteriormente llegaron los playoffs y una victoria por 7-1 en las semifinales ante O’Higgins de Rancagüa les otorgó el pase a la final, ante Universidad Católica, que venía de conseguir el título del 2010. Una derrota por 2-0 en la ida golpeó a los cisterninos, pero aún faltaba el duelo de vuelta, el cual marcaría un antes y un después en el proceso del argentino.

Victoria por 4-1 en una mágica noche de Gustavo Canales le dieron el título ante su clásico rival y lo privó, hasta ese entonces, de su primer bicampeonato en la historia. Luego vendría la Copa Sudamericana, torneo en el cual los azules mostraron ser el mejor equipo de principio a fin.

Campeones invictos, con el mejor rendimiento de la competición y con Eduardo Vargas en la delantera, que a la postre terminó como goleador y el jugador que más goles ha anotado en una misma edición (11), coronó a un equipo que deslumbró a todo el continente.

De esa misma forma, la U cerró uno de sus mejores años en cuanto a títulos y rendimiento, superando por 3-0 a Cobreloa en la final con un golazo de “Edú”, la máxima figura del equipo y que posteriormente sería vendido al Napoli en 14,7 millones de dólares.

No obstante, el gran desafío de aquel combinado era conseguir el primer tricampeonato en la historia azul. El O’Higgins de Eduardo Berizzo apareció en el camino y estuvo a segundos de amagar el sueño estudiantil.

Sin embargo, un tanto de Guillermo Marino en los descuentos y posterior definición a penales, con Johnny Herrera como gran figura, le entregó los primeros tres campeonatos nacionales seguidos a uno de los mejores equipos del último tiempo en el balompié nacional: “El ballet azul de Sampaoli”.

Figuras como Eduardo Vargas, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz, entre otros, serían uno de los pilares de la selección chilena que participaría de la Copa América 2015, que de la mano del mismo Jorge Sampaoli conseguiría el primer título continental en la historia de la Roja.