La táctica de la máquina del "Wolves" para evadir rivales

Adama Traoré es un portento físico. El extremo español del Wolverhampton Wanderers ha hecho un trabajo físico que le permitió llegar a ser una especie de wing de rugby. Muy rápido y potentísimo. Como si eso fuera poco, tiene buena técnica con el balón, sobre todo para sacar centros en carrera. Y, además, una táctica que le permite evadir rivales más fácilmente.

¿Cómo así? Sí, tal cual: el jugador formado en las divisiones menores del Barcelona baña sus brazos en aceite emulsionado para evitar que lo agarren de aquella zona, algo que incluso le ha costado algunas lesiones en su carrera. El portento de 24 años dejó ver esa técnica en el Molineux Stadium, donde los "Wolves" eliminaron al Olympiakos de Grecia por los octavos de final de la Europa League.

Por estos días, Traoré y sus compañeros deben afinar detalles para el cotejo de los cuartos de final, instancia que se disputará a partido único en Alemania. Este martes 11 de agosto, los pupilos del portugués Nuno Espírito Santo se medirán al Sevilla en Duisburgo.